Opinión crítica sobre el Manual de Educación Sexual del
Ministerio de Educación de la Nación:
v En primer
lugar, es necesario reconocer el intento del Ministerio de Educación de dar a
los padres un instrumento de información y formación para sus hijos. Si bien,
hay cuestiones de forma y de fondo a revisar, es clave que los hijos necesitan
hablar, necesitan ser escuchados y necesitan de nuestra palabra, aunque lo
nieguen o se resistan.
Como padres, muchas veces no sabemos qué decirles ni por dónde empezar.
Este cuadernillo plantea un orden de temas muy interesantes, con una secuencia
que permitirá a los padres comenzar a transitar los temas claves a tratar. En
cuanto a las cuestiones de forma a objetar, las imágenes y dibujos que
acompañan el contenido del cuadernillo, considero que no son apropiadas hasta,
en algunos casos, bizarras.
v En cuanto
a las cuestiones de fondo, analizaremos algunos puntos en particular, pero en
general podríamos decir que sólo se queda en el plano de la información, sin
avanzar hacia lo más importante, la formación en valores de nuestros hijos. No
alcanza con explicarles el contenido del texto, ni tener un par de charlas,
será necesario invertir tiempo y largas conversaciones para hablar de
sexualidad y de tantos otros temas.
Es necesario instalar la idea de que no sólo hay que hablar de sexo –cuestión
que desarrolla explícitamente el cuadernillo– sino hablar de cómo vivir la
sexualidad plenamente y con responsabilidad para alcanzar la felicidad. Si
logramos transmitir valores a nuestros hijos, lograremos formar personas maduras,
que sepan realmente lo que quieren, no sólo con la sexualidad, sino para con sus
vidas y que desarrollen la voluntad para hacerlo, y no personas que se dejen
llevar ciegamente por los impulsos y los deseos.
v Al
plantear el tema del embarazo y el nacimiento, al momento de hablar del embrión
dice “es como un puntito muy pequeño que, en la panza de la mamá, va creciendo”.[1] El
embrión no es ninguna clase de puntito, es una persona. “Todo
individuo de la especie humana comienza su existencia cuando un espermatozoide
humano penetra en un ovocito humano, en lo que se denomina la etapa de
fertilización”.[2]
Desde ese momento, ya no es una “cosa”
sino que es una “persona por nacer”. Si
consideramos que es un “puntito”,
estamos dejando la puerta abierta para que se considere que es posible
liberarse de este “producto” a través
del aborto. No hay dudas científicas que ese “puntito” es una persona y, por lo tanto, debe ser cuidado y protegido.
v
Un párrafo en el que quisiera detenerme es cuando plantea
que “todos tenemos derecho a la
identidad, es decir, a saber la verdad sobre nuestro origen”.[3] Cada vez con mayor frecuencia, se
observa situaciones que violan este derecho en la sociedad en que vivimos. Donación
de esperma o de óvulos en forma anónima, vientres alquilados, hijos con dos
padres o dos madres, son ejemplos en donde, muchas veces, esos hijos no saben,
ni van a saber nunca, quienes son sus verdaderos padres biológicos. Si desde la
Presidencia de la Nación, valoran el derecho a la identidad, es necesario
revisar las legislaciones para que se cumplan en todos los casos con este
derecho universal.
v
Al
plantear “la menstruación se centra la pérdida de sangre de la vagina”[4] y no el proceso más importante del
ciclo que es la ovulación. El desafío como padres o educadores es explicar este
ciclo ovárico como la capacidad de cada mujer para dar vida y no la
menstruación como un simple ‘sangrado’.
v
No
coincido con el texto cuando se refiere a que “la masturbación cumple un papel
importante en el desarrollo sexual”, menos aún, como “un signo de que la
infancia va quedando atrás”.[5] Son otros los signos que marcan el
paso entre la niñez y la adultez, no la masturbación. Con este planteo, le dan
un valor superlativo a la masturbación. Enrique Rojas, lo plantea de otra
manera: “La masturbación aparece en las fases tempranas de la sexualidad
masculina, como una forma de autoerotismo con carácter de fase, que se da en
casi todos los hombres.”[6]
Si bien, las mujeres
pueden masturbarse, el cierre del párrafo es una invitación para que se
masturben, sin plantear que, tanto para los varones como para las mujeres: “Uno
de los problemas es que la masturbación se convierta en un hábito, que puede
llegar a alcanzar niveles de adicción cuando el joven es incapaz de dominar su
impulso autoerótico. En algunos casos se puede hablar de verdadera compulsión
masturbatoria.”[7]
v
Se
ha sostenido que el preservativo es el ‘único’ método anticonceptivo capaz de
evitar el contagio. Esta afirmación es, por lo menos, falaz. No es el único ni
es 100% seguro. Distintas investigaciones plantean que el preservativo como
anti-conceptivo tiene una eficacia que oscila entre el 95% y el 98% para evitar
embarazos. La posibilidad de contagio del HIV tiene un margen de error aún mayor.
En un artículo de la Organización Mundial de la Salud, sobre la efectividad del
preservativo en la reducción de la transmisión del VIH en heterosexuales, se
plantea: “Resulta imposible, desde el punto de vista ético y logístico,
realizar estudios clínicos controlados aleatorizados para comprobar si el uso
de preservativos reduce el riesgo de transmisión del VIH. Por lo tanto, la
opción es basarse en estudios observacionales, que intrínsecamente acarrean un
riesgo de sesgo. En dichos estudios, se halló que el uso constante de preservativos
da como resultado una reducción del 80% en la incidencia del VIH”.
Por lo tanto, la relación
sexual con preservativo no es sinónimo de ‘sexo seguro’, ni para evitar el
SIDA, ni otras enfermedades de transmisión sexual, ni para impedir un embarazo
no deseado.
v
El
texto plantea como opción frente a la rotura u olvido de métodos anticonceptivos,
la anticoncepción hormonal de emergencia. Existe consenso en la comunidad
científica para afirmar que el mecanismo de acción del levonorgestrel aún no
está totalmente esclarecido, en especial en lo relacionado a sus mecanismos
postovulatorios, por lo tanto, no existe la seguridad que no sea abortivo. En
nuestro país, el aborto provocado por cualquier método está prohibido, sin
embargo, desde el Programa Nacional de Salud Reproductiva, distribuyen esta
droga gratuitamente. Lo que sí está claro, que “la píldora del día después” no
es un método anticonceptivo y que su uso periódico no es recomendado, aún para
los que están a favor de la Anticoncepción de Emergencia. No es eficaz para
evitar las infecciones de transmisión sexual, ni evita el contagio del VIH.
v
Al
plantear los métodos anticonceptivos, insiste en decir que el preservativo es
el único método que previene las ITS. Este planteo es nuevamente falaz. En el
caso de la clamidia, el virus del papiloma humano (HPV) y el herpes genital, el
uso de preservativos ofrece una mala protección pudiéndose producir el contagio
aún utilizándolo correctamente.
v
El
texto tampoco hace referencia a las recomendaciones “ABC” (abstinencia, fidelidad
y condones) para prevenir las infecciones por el VIH y otras enfermedades de
transmisión sexual, que amplía la visión de la prevención. Estas
recomendaciones, avaladas por 140 expertos científicos de 36 países de todos los
continentes y propuestas en 1996, fueron ratificadas en un Consenso
Internacional. Su eficacia ha quedado comprobada en varios países, entre ellos Uganda,
donde se redujo notablemente la propagación del HIV.
“La letra ‘A’ de
‘abstinence’ (en inglés, ‘abstinencia’), significa que lo prioritario y 100%
eficaz para prevenir la infección es abstenerse de relaciones sexuales, y esto
es realista en la práctica recomendando a los jóvenes que retrasen al máximo el
inicio de relaciones sexuales. Lo mismo se puede decir de la monogamia
mutuamente fiel, representada por la ‘B’ de ‘be faithful’ (en inglés, ‘sé fiel’).
Finalmente, y en el caso de que fueran rechazadas las recomendaciones
anteriores, se habla de la ‘C’ de ‘condom’, recomendando el uso de condones
pero advirtiendo que reducen, pero no eliminan totalmente, el riesgo de
contagio”.[8]
A partir de estas recomendaciones,
el planteo a los jóvenes es diferente. Revalorizar el tiempo de espera antes de
mantener relaciones sexuales y poner énfasis en la fidelidad son valores que no
pueden estar sujetos a modas o tendencias. Si bien la utilización del
preservativo permite disminuir el riesgo de contagio de enfermedades o de
embarazo, no aporta valor a la integridad de la persona ni a la construcción de
un vínculo significativo con el otro.
v
Para
terminar, en ningún momento se plantean temas tan centrales para la vivencia de
una sexualidad plena como son el noviazgo y el matrimonio. Ciertamente, son las
bases que darán comienzo a una familia.
Es responsabilidad de los
padres, inculcarles a los hijos el noviazgo como etapa en donde se verifica la
posibilidad real de vivir en unión con la persona de la que uno se ha enamorado
y la de construir un futuro matrimonio sólido, estable e indisoluble,
fundamento de la familia. “El sentido del noviazgo es la existencia o
inexistencia, entre los novios, del entendimiento básico para compartir un
proyecto común de vida”.[9]
Por otro lado, hemos
escuchado decir que “Familia es la célula de la Sociedad”, pero, podríamos
decir que el “Matrimonio es la célula de la Familia”. Por lo tanto, es
necesaria la constitución de matrimonios que puedan brindar una formación
sólida en valores a cada uno de sus hijos. En ningún momento, hace referencia a
la institución del matrimonio desde esta óptica.
La adecuada concepción del
matrimonio y de la familia, sigue constituyendo el centro de interés de toda
comunidad humana y, su logro, es una de las principales preocupaciones del ser
humano. Cierro con palabras de Juan Pablo II: “Dentro de la familia, la persona
tendrá que desarrollar sus potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y
prepararse a afrontar su destino único e irrepetible.”[10] De esto también tenemos que CHARLAR
EN FAMILIA.
BIBLIOGRAFÍA:
v
Manual
de Educación Sexual del Ministerio de Educación de la Nación.
v
Apuntes
de Cátedra.
Ø
Anatomía
y Fisiología de la Reproducción
Ø El comienzo de la vida humana
Ø Métodos de regulación de la Fertilidad
Ø
Planificación
Familiar Natural
Ø
Amor
Humano
Ø
Conversaciones
con Josemaría Escrivá de Balaguer
Ø
Desarrollo
humano y creación de valor en la madurez
v
Wojtyla,
Karol. Amor y Responsabilidad. Madrid, Razón y Fe, 1978.
v
Enrique
Rojas. Los lenguajes del deseo. Ed. Planeta
v
López,
Cristina - De Irala Jokin. Medicina Preventiva y Salud Pública Universidad de
Navarra www.cun.es
v
Conen,
Cristian. Claves para saber amar. Ed. Dunken. 2005.
v
Centesimus
annus. 39. 1991.
[2] Apunte de
cátedra: El comienzo de la vida humana
[6] LOS LENGUAJES DEL DESEO. Enrique Rojas. Ed. Planeta
[7] LOS LENGUAJES DEL DESEO. Enrique Rojas. Ed. Planeta
[8]
LÓPEZ, CRISTINA - DE IRALA JOKIN Medicina
Preventiva y Salud Pública Universidad de Navarra www.cun.es
[9]
CONEN, CRISTIAN. Claves para saber amar. Ed. Dunken. Argentina. 2005. Pág. 44.
[10]
JUAN PABLO II. Centesimus annus. 39. 1991.