Solucionar problemas es una manifestación importante
del pensamiento humano. Entrenando esta habilidad se facilita a las personas
nuevas formas de pensar, sentir y valorar. Los problemas surgen cuando las
personas no ven inmediatamente cómo ir desde donde están (estado inicial)
adonde quieren estar (estado final). La resolución de problemas es un proceso cognitivo
dirigido a transformar una situación no deseada en una situación deseada cuando no existe un
método claro de solución.
Un problema es
una desviación entre el objetivo y el comportamiento, desviación que transforma
la situación presente en insatisfactoria. Por eso buscamos una solución ante
una tarea que presenta alguna dificultad.
En la vida cotidiana nos encontramos no con un
problema, sino con varios, y comúnmente varios al mismo tiempo. Por lo tanto,
se nos complican las posibilidades de encontrar alternativas de solución para
nuestros conflictos al pensar como poder resolverlos.
Podemos sintetizar los pasos a seguir para la
resolución de un problema, a través de una palabra nemotécnica: PODER[1].
P: Problema
O: Opciones
D: Decisión
E: Ejecución
R: Revisión
· Problema: Definir e
Identificar el problema. Es importante identificar
un problema, definirlo y representarlo con sus características principales, y
comenzar a pensar en un problema a la vez. Comúnmente ,
los problemas nos agobian y no nos permiten pensar con claridad. Comencemos
definiendo uno y pensando los pasos para la resolución de ese problema.
· Opciones: Una vez que se ha identificado el problema, es
importante ver todos las opciones que se nos presentan para la resolución del
mismo. Las posible y las no tan posibles, abrir el abanico de opciones antes de
tomar una decisión.
· Decisión: Con todas las opciones frente a uno, tomar una
decisión en función de lo que, en este momento y en estas circunstancias, nos
parece más acertada.
· Ejecución: Es muy importante pasar a la acción, sin quedarse en
la mera especulación de lo que sería mejor o no. Concretar la decisión que
hemos tomado es la única forma de llegar a la resolución de nuestro problema.
Aún equivocándonos estaremos más cerca que sin haber hecho nada.
· Revisión: No podemos saber con seguridad si la naturaleza del
problema o las estrategias empleadas son las correctas hasta que actuemos y
veamos si funcionan. En este punto se verá si han sido eficaces nuestros pasos,
de lo contrario se puede comenzar de nuevo teniendo en cuenta esta experiencia.
Este PODER, sirve en la medida que se avance en cada
paso hasta llegar a la resolución del problema, aún replicando el modelo en
varias oportunidades. La clave de este PODER es que hay que utilizar todas las
letras, sino pierde su “poder” de resolución de problemas, y nos quedamos
atrapados en la especulación y no pasamos a la acción.
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