martes, 20 de agosto de 2013

Etapas en la resolución de problemas

Solucionar problemas es una manifestación importante del pensamiento humano. Entrenando esta habilidad se facilita a las personas nuevas formas de pensar, sentir y valorar. Los problemas surgen cuando las personas no ven inme­diatamente cómo ir desde donde están (estado inicial) adonde quieren estar (estado final). La resolución de pro­blemas es un proceso cognitivo dirigido a transformar una situación no deseada en una situación deseada cuando no existe un método claro de solución.
Un problema es una desviación entre el objetivo y el comportamiento, desviación que transforma la situación presente en insatisfactoria. Por eso buscamos una solución ante una tarea que presenta alguna dificultad.
En la vida cotidiana nos encontramos no con un problema, sino con varios, y comúnmente varios al mismo tiempo. Por lo tanto, se nos complican las posibilidades de encontrar alternativas de solución para nuestros conflictos al pensar como poder resolverlos.
Podemos sintetizar los pasos a seguir para la resolución de un problema, a través de una palabra nemotécnica: PODER[1].
P: Problema
O: Opciones
D: Decisión
E: Ejecución
R: Revisión
·  Problema: Definir e Identificar el problema. Es importante identificar un problema, definirlo y representarlo con sus características principa­les, y comenzar a pensar en un problema a la vez. Comúnmente, los problemas nos agobian y no nos permiten pensar con claridad. Comencemos definiendo uno y pensando los pasos para la resolución de ese problema.

·  Opciones: Una vez que se ha identificado el problema, es importante ver todos las opciones que se nos presentan para la resolución del mismo. Las posible y las no tan posibles, abrir el abanico de opciones antes de tomar una decisión.

·  Decisión: Con todas las opciones frente a uno, tomar una decisión en función de lo que, en este momento y en estas circunstancias, nos parece más acertada.

·  Ejecución: Es muy importante pasar a la acción, sin quedarse en la mera especulación de lo que sería mejor o no. Concretar la decisión que hemos tomado es la única forma de llegar a la resolución de nuestro problema. Aún equivocándonos estaremos más cerca que sin haber hecho nada.

·  Revisión: No podemos saber con seguridad si la naturaleza del pro­blema o las estrategias empleadas son las correctas hasta que actuemos y veamos si funcionan. En este punto se verá si han sido eficaces nuestros pasos, de lo contrario se puede comenzar de nuevo teniendo en cuenta esta experiencia.

Este PODER, sirve en la medida que se avance en cada paso hasta llegar a la resolución del problema, aún replicando el modelo en varias oportunidades. La clave de este PODER es que hay que utilizar todas las letras, sino pierde su “poder” de resolución de problemas, y nos quedamos atrapados en la especulación y no pasamos a la acción.





[1] Regla nemotécnica apartir del modelo conceptual de D´Zurilla, Nezu y colaboradores