martes, 10 de febrero de 2015

PROMOCIÓN DE LA SALUD

    A partir de la Declaración de la Organización Mundial de la Salud, patrocinada conjuntamente con UNICEF, realizada en Alma Ata (Kazajstán), en 1978, la concepción sobre la salud cambió radicalmente. Dejó de vincularse sólo con la medicina y comenzó a pensarse como una temática donde tienen gran influencia factores sociales, económicos y culturales.
    Esta Declaración permitió dar un primer paso hacia un enfoque integral. Para ello, se debió dedicar mayor apoyo técnico y económico, y las ciencias de la salud debieron ampliarse e incluir no sólo la medicina terapéutica, sino también la medicina preventiva y la promoción de la salud.
   La medicina preventiva se diferencia de la terapéutica porque su tarea es evitar la aparición de enfermedades realizando controles periódicos, campañas de vacunación, promoviendo la adquisición de hábitos higiénicos (como el cepillado dental) o proponiendo hábitos saludables. Todas estas medidas tienden a mejorar la calidad de vida de la población. “La promoción de la salud favorece el desarrollo personal y social en cuanto proporciona información, educación para la salud y fomenta las aptitudes indispensables para la vida”.(1)
    En la Carta de Bangkok (2), la OMS plantea las estrategias de la Promoción de la Salud en un mundo globalizado: 
    • Abogar por la salud basado en los derechos humanos y la solidarida 
    • Invertir en políticas sostenibles, acciones e infraestructura dirigidas a impactar los determinantes de la salud
    • Desarrollar capacidad para el desarrollo de políticas, el liderazgo, la práctica de la promoción de la salud, la investigación, la transferencia del conocimiento y la alfabetización en salud.
   • Regular y legislar para lograr niveles altos de protección de daños y facilitar oportunidades similares de salud y bienestar para todas las personas.
   • Asociarse y desarrollar alianzas con organizaciones públicas, privadas, no gubernamentales, internacionales y la sociedad civil para crear acciones sustentables.
    La Promoción de la Salud es un proceso social y político de carácter integral que conlleva acciones dirigidas a fortalecer la capacidad de las personas para mejorar su salud y modificar sus condiciones sociales, medioambientales y económicas a fin de reducir el impacto de dichas condiciones en la salud pública e individual.(3) Es un deber del Estado, pero es una responsabilidad de cada uno. Es posible realizar acciones concretas que tiendan a mejorar la calidad de vida de las personas y en beneficio de toda la comunidad.

Educación para la Salud

   Dentro de este planteo, podemos pensar, la importancia que tiene la Educación para la Salud como estrategia para la Promoción de la Salud. La Educación para la Salud se ocupa de promover un comportamiento saludable, que se sostenga en el tiempo, apuntando a comprender nuestro comportamiento y cómo éste afecta a nuestra salud.
  Uno de los propósitos centrales de la Educación para la Salud es promover en los educandos prácticas de promoción de la salud y de prevención de riesgos y enfermedades, que favorezcan a las personas y/o a la sociedad la adquisición de una actitud responsable en la defensa de su propia salud y la de los demás.
   Por lo tanto, es importante despertar, en cada uno, mayor responsabilidad y autonomía en el manejo de la salud, así como solidaridad y compromiso respecto de la salud de los miembros de la comunidad. Este cambio colabora en generar una influencia positiva en la sociedad en que vivimos.
  La Educación para la Salud debe propiciar la adquisición de conocimientos sobre las prácticas de salud, sobre la responsabilidad de los distintos actores sociales, sobre sus deberes y derechos expresados en las legislaciones vigente, y constituirse en la herramienta que permita el cambio de estilo de vida que nuestra sociedad necesita.

1. El rol de la información

    Desconocer los peligros de determinados comportamientos o la falta de acceso a información clave en términos de salud-enfermedad, genera, necesariamente, conductas de riesgos. Pero la experiencia en materia de promoción y prevención ha puesto en evidencia que la información es necesaria, pero no es suficiente. Por ejemplo, los fumadores saben que es perjudicial para la salud el fumar y, sin embargo, lo siguen haciendo. Existen otros factores que sostienen el “vicio”.
    De la misma manera, podemos pensar otras conductas que pueden afectar nuestra salud o, por el contrario, mejorarla. En muchos casos, son claves las consideraciones que tengan los grupos de pares o la connotación social sobre determinada conducta para el sostenimiento de actitudes positivas o negativas de la salud.
   Siguiendo el mismo ejemplo, si en un grupo es aceptado el consumo de tabaco, promueve el sostenimiento de esta conducta e incluso propicia la iniciación de no fumadores. Si ese grupo, rechazara el consumo de tabaco, muchos dejarían de fumar, mientras que otros disminuirían significativamente el consumo.

(1). ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD www.who.int/healthpromotion/conferences/previous/ottawa/en/
(2) ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD www.who.int/healthpromotion/conferences/6gchp/BCHP_es.pdf
(3) ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD www.who.int

No hay comentarios:

Publicar un comentario