jueves, 22 de diciembre de 2011

Entrevista publicada en la Revista Búsqueda

Anuario 2011 del Instituto Mariano Moreno de Alfonzo - Pergamino

¿Por qué escribió el libro de Sexualidad?
A partir de una tesis que tuve que presentar en la Universidad Austral para recibirme de Orientador Familiar, surge la idea de publicarlo como libro. La necesidad de una formación sexual integral de muchos niños y jóvenes se asocia con un cierto grado de desconocimiento y muchos miedos de tantos padres que no atreven o no saben cómo abordar estos temas con sus hijos. No sólo necesitan información, lo que más necesitan es formación. De la observación de esta realidad, surge este libro que pretende ser un instrumento para que más padres y educadores se animen a abordar estos temas teniendo criterios claros y bases firmes para satisfacer esta necesidad de formación que tienen tantos niños y jóvenes.

¿Cree que la sexualidad tiene que ver con lo cultural?
Sin duda, somos personas y, por esa razón, lo cultural nos atraviesa, y atraviesa nuestra manera de vivir la sexualidad. Es necesario darse cuenta que en lo social y lo cultural hubo un cambio muy significativo. Hemos atravesado una actitud prohibitiva hacia la sexualidad en donde todo lo realizado con “eso”, era “malo, pecaminoso, oscuro”. Existía un fuerte tabú sobre todo lo relacionado con la sexualidad. El paradigma ha cambiado y hoy nos enfrentamos a una actitud permisiva en donde “todo vale” y “si lo sentís, hácelo”. Por el sólo hecho de ir al otro extremo, no significa que el cambio producido ha sido para bien. Al contrario, aún hoy se conservan los tabú, los miedos y la vergüenza a la hora de hablar de estos temas y el “todo vale” nos expone a situaciones de riesgo y promiscuidad. Es necesario plantear una actitud de cultivo, en donde nos apoyemos en nuestra capacidad de decidir sobre aquello que realmente queremos hacer y somos capaces de ser.

¿Cuáles son los factores que favorecen el diálogo entre adultos y adolescentes acerca de la sexualidad?
Cuanto antes comencemos a hablar, mejor. No tenemos que esperar a la adolescencia para generar espacios de diálogos con nuestros hijos. Es necesario plantear momentos para hablar de distintos temas, no específicamente acerca de la sexualidad. Es preciso hablar de los intereses, miedos, inseguridades de nuestros hijos. Con una actitud abierta, tratando de no juzgar y mucho menos condenar. Si se generan espacios de diálogos, hablar sobre sexualidad será, seguramente, uno de tantos otros temas que nuestros hijos necesitan compartir con nosotros.

¿Cree que los adolescentes están dispuestos a escuchar a los padres?
Definitivamente, sí. Lo que no estoy tan seguro es que los padres estén dispuestos a escuchar a sus hijos. Es que muchas veces los padres comienzan a hablar antes de escuchar, lo que genera que el hijo –más aún si es adolescente- se cierre y no quiera escuchar lo que sus padres quieren decirle. En algunos casos, los padres comienzan a contar sus propias experiencias, cuestión que a los hijos –más aún si son adolescentes- no les interesa escuchar. Por lo tanto, el desafío es generar espacios de encuentro para que padres e hijos puedan entrar en diálogos, dispuestos a escuchar al otro.

¿Ha crecido el número de enfermedades de transmisión sexual?
En primer lugar, me alegro que la pregunta este formulada en relación a las enfermedades de transmisión sexual y no exclusivamente al VIH. En el imaginario colectivo, parecería que la única ETS es el SIDA, desconociendo o minimizando una veintena de enfermedades que también se contagias por relaciones sexuales.
Sin duda que el número de ETS, sigue en aumento. No sólo del VIH, sino de enfermedades como sífilis, gonorrea, HPV, tricomoniasis, chancro blando, candidiasis, clamidia, etc. Parte de este aumento se debe a una información falaz sobre la utilización del preservativo. La mayoría sabe de su existencia, muchos no lo utilizan directamente y otros no lo utilizan correctamente. El preservativo no es 100% seguro, disminuye el riesgo de contagio, siempre y cuando se utilice correctamente. Algunas ITS no necesariamente se evitan con la utilización del preservativo. No olvidemos que este es un método anticonceptivo.

¿Creció la cantidad de embarazos adolescentes?
No tengo las últimas estadísticas sobre este tema, pero si podemos decir que ha disminuido notablemente la edad de inicio de relaciones sexuales en los últimos años. Cuestión que expone aún más a las jóvenes a tener embarazos no deseados. Esperemos que no lleguemos a considerar al embarazo un problema y al aborto como la solución. El embarazo siempre es una buena noticia, no importa la edad de la madre porque es una nueva vida que comienza. He visto a muchas adolescentes vivir plenamente su adolescencia, terminar sus estudios y formar una familia, a pesar de haber tenido un embarazo no buscado. Por el contrario, he asistido a muchas mujeres que presionadas por sus padres, su circunstancial novio o el entorno, llegaron a la decisión de abortar y aún hoy sufre las consecuencias psicológicas de tal decisión.

¿Qué mensajes nos podría dejar?
A los padres, anímense a hablar con sus hijos, niños y adolescentes, de este y de cualquier otro tema. Ellos necesitan de padres presentes, abiertos al diálogo y capaces de acompañar todos los cambios que los hijos van viviendo a lo largo de la vida.
A los jóvenes, no se dejen llevar. La sociedad en que vivimos los lleva a buscar el bienestar y el placer por encima de la felicidad. Si compran estas metas para sus vidas, solo encontrarán vacío y soledad. Si por el contrario, se esfuerzan por vivir plenamente su sexualidad, sin dejarse llevar por los impulsos, haciéndose cargo de sus decisiones y preparándose para formar una familia, en ese camino encontrarán, sin duda, la FELICIDAD. 

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